Toda esta tierra tiene una gran fuerza parte de un hallazgo producido en el Parque Provincial Puerto Bonito, en Patagonia septentrional. En este parque público los carteles nomencladores son bilingües: mapudungún y castellano. La primera lengua es la de los mapuches, una nación no reconocida como tal por los estados de Chile y Argentina; la segunda es la lengua oficial de los dos estados fronterizos, ambos ex – colonias españolas. Kom tufachi mapu meu mler ftaque neuen expresa la respetuosa relación de interdependencia entre la tierra como territorio y las personas humanas como pertenecientes a la tierra. Mientras que la formulación de los estados nacionales establece límites y jurisdicciones a partir de la fijación de fronteras, en la cosmovisión mapuche el concepto de límite internacional no existe. Este trabajo habita esta distinción y recorre en ambas direcciones un territorio común.
La instalación dibuja el diagrama de un recorrido en el espacio geopolítico del fin del mundo, que termina donde comienza, y viceversa: el territorio que los mapuches designan como wallmapu («territorio circundante”). En este lugar, que ontológicamente no es ni Argentina ni Chile, sino una misma y única naturaleza, dos seres recorren las montañas a pie durante siete dias, solos y sin mapas, descubriendo parajes insospechados y una geografía común y maravillosa.
Basado en un tránsito montañés real entre las localidades de Puelo (Argentina) y Petrohué (Chile) la instalación ordena en secuencia de loop los dibujos hechos in situ a la manera los primeros cartógrafos y los pintores viajeros.
Azul Blaseotto, seleccionada en el 108 Salón Nacional de Artes Visuales, , Buenos Aires, noviembre 2019 – enero 2020